Ambiente

Justicia Ambiental

La preocupación por detener el cambio climático no cesa, no es un embeleco, es una
urgencia, es una necesidad para sobrevivir en este planeta, si bien por años se busca
establecer si hay vida en otros planetas, esta no debe verse como el refugio después de la
tierra.  Este es un asunto de voluntades e interés en ofrecer la calidad de vida que la
naturaleza nos ha dado, si, la que hemos deteriorado por el maltrato y mal uso de la misma
a través de la historia, por eso hoy pedimos desde este blog como igual vemos inundadas
las redes sociales, los portales de internet y las plazas públicas de básicamente la juventud,
JUSTICIA SOCIAL AMBIENTAL, como un derecho inalienable de las personas.
Mas que acudir a los tribunales de justicia para que este derecho a un medio ambiente
limpio que a su vez es la condición necesaria para la salud, es hacer entender a la sociedad
la obligación de aportar voluntad, si queremos podemos, entendiendo que con un
calentamiento global superior al que hoy padecemos desaparecemos de la faz de la tierra
en el corto plazo.

Es una tarea difícil, por la complejidad de la sociedad misma, pero entrando en conciencia
pensaremos que es la mejor herencia para las generaciones futuras, y por ello la juventud
de hoy entiende que sin el apoyo de todos sus vidas en el devenir serán muy difíciles.
Las relaciones entre los seres humanos genera diversas situaciones que logran tornarse
conflictivas y mas cuando se trata de satisfacer sus necesidades, mas aun, cuando se trata de
suplir la de respirar un aire limpio y poseer unos ecosistemas equilibrados que garanticen el sano
desarrollo de las personas, es decir, las relaciones entre la sociedad y la naturaleza que incluyen
aspectos culturales, ecológicos, sociales entre otros, se hace necesaria la aplicación de Justicia
Social Ambiental.
Innecesario llegar a estas instancias cuando la sociedad moderna ha madurado de tal manera que
está cerca de evitar el cambio climático que deteriora el medioambiente.

LA VOLUNTAD DE TODOS DETIENE EL CAMBIO CLIMÁTICO!

Luis Fernando Molina Elorza